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Las armas de los mexicas: Clasificación, sistemas y nuevas investigaciones

Las armas de los mexicas: Clasificación, sistemas y nuevas investigaciones

Marco A. Cervera Obregón, Mexicolore contributor

Este artículo fue escrito generosamente para Mexicolore por Marco A. Cervera Obregón. Dr. Cervera es arqueólogo por la Escuela Nacional de Antropología e Historia de México. Maestro en Arqueología Clásica por la Universidad Autónoma de Barcelona, doctor en la misma especialidad por el Instituto Catalán de Arqueología Clásica y la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, España. Se ha especializado en la arqueología, historia y cultura mexicas, en arqueología militar tanto en el ámbito mesoamericano como en el mundo clásico Mediterráneo. Miembro de número de la Asociación Española de Historia Militar. Actualmente es profesor de historia y arqueología en la licenciatura en historia de la Universidad Anáhuac México y en el Doctorado en Humanidades de la misma universidad. Es investigador de tiempo completo en el Centro de Investigación en Culturas de la Antigüedad de la misma universidad.

Introducción
El conocimiento que tenemos del armamento utilizado por los mexicas se ha centrado sobre todo en enumerar y clasificar dichos artefactos elucubrando en algunos casos sobre sus posibles funciones y capacidades tanto ofensivas como defensivas. Sin embargo los estudios de clasificación en la actualidad ya no son del todo suficientes de acuerdo a la demanda académica que surge año con año para conocer e interpretar de una mejor forma las formas de combate de los ejércitos mexicas y el papel que estas armas tenía en la realidad en los campos de batalla.
Nuevas metodologías y sobre todo nuevos planteamientos teóricos comienzan a generar más posibilidades de conocimiento de estas armas dejando atrás la descripción y simple calsificación de las mismas.

Fuentes de investigación
Las fuentes de investigación sobre el armamento mexica son bastante heterógenas e incompletas. Por un lado tenemos las diferentes descripciones y en ocasiones contradictorias que dejaron los cronistas españoles al describir el tipo de armas que tenían los antiguos mexicanos.
Los documentos pictográficos son ricos en iconografía que permite tener un interesante acercamiento a los diseños de los artefactos y es quizá la fuentes mas confiable para establecer algunos parámetros de los posibles sistemas de armamento que usaron los mexicas, entiendiendo esto como la combinación funcional de las armas ofensivas y defensivas, las cuales responden a factores posiblemente sociales, funcionales o ambos, tema que aun no se ha resuelto.

Los monumentos escultóricos y manifestaciones plásticas del mundo mexica, también brindan un importante corpus de material iconográfico sobre el armamento, el cual pese a la gran cantidad de representaciónes, los patrones y sistemas de representación se envuelven más en un corte simbólico que no necesariamente permite un acercamiento práctico del uso de las armas mexicas. (Ver fig 3).
Finalmente las armas arqueológicas, de las cuales se tienen muy pocos ejemplares, y de los pocos que existen desperdigados en varios museos del mundo, se desconoce su contexto arqueológico, salvo ejemplos bastante discutibles como son puntas de proyectil para arco y para lanzadardos. procedencia exacta.

Su clasificación
La clasificación más tradicional y conocida del armamento mexica es la siguiente:
Armas defensivas:
Especialmente se contaban con dos: como instrumentos pasivos estaba el ichahuipilli o cota de algodón recubierta con sal, prenda que generalmente se colocaba a manera de chaleco y se escondía en los casos concretos bajo los uniformes o trajes militares como águila o jaguar asi como en las demás órdenes.
De las armas defensivas activas se encontraba el escudo o chimalli, del que sabemos existía una gran variedad tanto por sus diseños y en cierta manera por las materias primas con que eran cofeccionados ya que algunos eran elaborados exprofeso para el combate y otros eran simplemente divisas miliatres y artefactos simbólcios que se entregaban a los militares en las fiestas religiosas.

Se ha especulado mucho el uso de los yelmos si en verdad tendrían funciones defensivas o simplemente estaban vinculados con aspectos apotropáicos y simbólicos. Es bastante polémico en el sentido que todo el uniforme de los antiguos mexicanos que tenía una gama de colores y gran variedad de plumas no fueran en realidad más un estorbo a la hora del combate muy independiente de los valores religiosos que este representaba.
De las armas ofensivas reconocemos dos tipos. Las de largo alcance y las de choque. De las de largo alcance el instrumento mas conocido es el lanzadardos o átlatl, que podía generar dardos que alcanzarían hasta los 120 metros de distancia.

El arco y flecha que no estaba necesariamente acompañado del carcaj, ya que los guerreros mexicas estaban mas acostumbrados a cargar un manojo de saetas en la mano pero crea confusión al momento de reconocer los valores funcionales de este sistema más si se acompañaba de escudo.
La honda, fabricada con hilos de ixtle podía arrojar rocas con gran precisión y potencia. Los glandes de la honda estaban fabricados ex profeso para ello.
Las lanzas arrojadizas, tlazonctectli, diseñadas a partir de una saeta de madera que podía ser arrojada con la fuerza del simple brazo sin ningún motor propulsor como el arco o el átlatl y con una evidente potencia de menor grado pero no por ello menos letal.

De las armas ofensivas de corta distancia era el macuahuitl el arma predilecta de los ejércitos mexicas. Se trataba de un bastos de entre 70 a 80 cm de largo con cerca de 6 a 8 navajas prismáticas de obsidiana. Debemos destacar que en muchas reconstrucciones hechas en ocasiones se han generado este tipo de armas con extravagantes puntas de obsidiana lo cual es incorrecto, el uso básico era con navajillas de obsidiana. Esta arma podia generar heridas bastante peligrosas pero dada su fragilidad los factores de uso y función estan siendo motivo de discución actualmente.
La lanza mexica teputzopilli, tenía un diseño parecido al del macuahuitl con un hasta de cerca de 2 metros de largo qa la que se le insertaban en la hoja navajas prismáticas de obsidiana lo que permitía llevar a cabo estoques contra el enemigo y sobre todo cortes en el enemigo.

Una de las armas mas antiguas usadas por los mexicas desde la perspectiva den enfrentamiento cuerpo a cuerpo era el quauhololli una especie de mazo de madera que remataba en una pelota contundente que permitía la fractura de cráneos. (Ver fig. 8).

La arqueología experimental
Como se comentaba líneas atras, ya la simple clasificación y en cierta manera interpretación de las funciones de las armas mexicas basadas en elucubraciones a partir de las fuentes de investigación antes descritas parecen insostenibles e insuficientes a la luz del uso de la arqueología experimental que ha permitido generar nuevos enfoques de las funciones de la panoplia mexica.

Los estudiuos de arqueología experimental de armas prehispánicas en la actualidad estan cobrando bastante interés aun cuando falta desarrollar mejores interpretacxiones a la luz de los resultados de dichos experimentos.
En México los estudios sobre arqueología experimental de armas mesoamericanas tienen sus antecedentes con los trabajos de Francisco González Rul en los años 70 el cual en realidad reprodujo un macuahuitl para colocar museográficamente en la sala de Introducción a Mesoamérica del Museo Nacional de Antropología. Ya en una publicación en 2004 de Marco Cervera sobre “El sistema de armamento entre los mexicas” aparecido en la revista Arqueología mexicana, se llama la atención de la necesidad de desarrollar trabajos experimentales de armas.

Tiempo después para el año 2004, se presentó en el XXVII Congreso de la Sociedad Mexicana de Antropología (SMA), llevada a cabo en Xalapa, Veracruz, una ponencia titulada: El macuahuitl mexica: una probable innovación armamentista del Posclásico Tardío, de Marco Cervera, trabajo que posteriormente fue publicado en el año 2006 bajo en la revista Arms and Armour, Journal of The Royal Armouries, en Inglaterra y tiempo después en su formato de difusión en la revista de Arqueología Mexicana n. 84.
De este artefacto se generaron algunas interesantes cuestiones como el producir el artefacto lo más fiel posible en función de las fuentes de investigación disponibles ya que de este no se cuenta con un original, aunque la posibilidad de encontrar algunos fragmentos del mismo en la bodega del Museo Nacional de Antropología pero la fecha es desconocido y no tenemos ningún ejemplar de macuahuitl original en ninguna parte del mundo.

La primera versión de este artefacto se desarrolló en madera de encino a la cual se le añadieron las navajillas de obsidiana con resina de pino, tiempo después se le modificaron los diseños, la madera fue sustituida por el pino y finalmente las resinas después de algunas investigaciones mas se utilizaron resinas de mezquite y huizache. (Ver Fig. 11).
Hoy en día las reconstrucciones de macuahuitl en buena parte del mundo y su función comienza a ser un tema de gran interés entre muchos investigadores enriqueciendo favorablemente al conocimiento de este artefacto.

Una de las armas que más a gozado de este tipo de estudios a nivel mundial es el átlatl ya que como sabemos fue un artefacto con una extensión funcional muy amplia y varios investigadores de diversos países han podido establecer algunos parametros a partir de las reconstrucciones. En México es sobre todo el grupo de Átatl México quien se ha dedicado más a su estudio y sobre todo a difundir su uso incluso como deporte.
A raíz de todo lo anterior algunos otros investigadores han generado otros tipo de investigaciones al respecto y que también generan polémica sobre su metodología y sobre todo los resultados a los que han llegado.

Recientemente quien esto suscribe junto con el equipo de Átlatl México se llevaron a cabo algunos trabajos de experimentación de otras armas mesoamericanas, entre ellas lanzadardos en contra del ichahuipilli logrando penetrar en cierta manera pero no con mucha profundidad.
Se lanzaron algunos dardos con el átlatl sobre un escudo mexica incrustando la punta de obsidiana pero no necesariamente penetrando todo el escudo.
Un macuahuitl fue estrellado contra el ichahuipilli que demostró una eficiente defensa contra este artefacto ya que las navajillas se fracturaron inmediatamente e incluso parte del macuahuitl, de madera de pino, se fracturó al unirse una e las navajas hacia el bastón. El ichacupulli fue colocado en una gran pata de cerdo para simular el cuerpo humano y con ella fue que se pudieron desarrollar este tipo de pruebas.

Las pruebas no se remitieron a las armas mesoamericanas, también pudimos en la medida de lo posible comprobar el uso de armas españolas. Entre las pruebas destaco el uso de una espada de metal sobre un macuahuitl la cual como era de esperar fracturó la navajilla de obsidiana y alcanzó a mellar un poco la madera pero sin fracturar del todo el arma. (Ver fig. 14).
Un factor que tampoco debemos olvidar pero que desafortunadamente es un tipo de información que quedara enterrada en la los registros históricos son los factores técnicos del uso de estas armas. No tenemos algún tipo de manual o códice que relate la forma de usarlas de manera que la arqueología experimental ha sido la manera más viable de interpretarlo.
El caso del átlatl y el arco y flecha resulta por todos conocido pero no significa fácil, el cargar el lanzadardos con su proyectil, mantenerlo en posición y lograr un buen lanzamiento resulta dificultoso las primeras veces sin embargo ya con algo de experiencia se puede llegar a ser un experto.

De las armas mas difíciles de usar quizá pueda ser la honda ya que un error puede incluso causar lesiones en quien activa el artefacto. Deben desarrollarse bajo movimientos específicos que permitan un giro concreto de forma que el proyectil o glande se estrellen en el blanco deseado.
Evidentemente es el macuahuitl el arma que mas polémica causa respecto a su uso, si bien cualquiera puede blandirlo y asestar un golpe con fuerza, desconocemos si existía algún tipo de técnica esgrimista especifica para llevar a cabo heridas o defensas especificas y más considerando los factores tan vulnerables del arma por su filo tan frágil.

Los sistemas de armamento
No debemos olvidar que la clasificación, el conocimiento de todas las fuentes de investigación e incluso la arqueología experimental no son del todo suficientes si la interpretación de las mismas no se desarrolla bajo esquema mucho más amplios y críticos. Es necesario que los resultados se integren al corpus de lo que es un sistema de armamento y de ahí partir a reconocer los planteamientos tácticos donde las armas juegan papales preponderantes.

Los posibles sistemas han sido hipotéticamente reconocidos en los documentos pictográficos sobre todo, en el que cada arma es acompañada de otras más generando sistemas y desarrollando con ello los posibles planteamientos tácticos de sus uso. No estamos del todo seguros si estos sistemas como el de guerreros con macuahuitl y escudo, o el de guerrero con arco y flecha y escudo responden a necesidades funcionales o a aspectos sociales y de la jerarquía militar mexica.
Algunos de los sistemas que he propuesto en algunas publicaciones son:

De larga distancia:
1.- Lanzador de dardos
2.- Guerrero con arco y flecha
3.- Guerrero con honda
4.- Guerrero con lanza arrojadiza

Combate a distancia corta:
1.- Guerrero con macuahuitl
2.- Guerrero con lanza teputzopilli (Ver fig. 17)
3.- Guerrero con mazo o quauhololli

La mayoría de estos guerreros llevaría en el sistema un escudo como arma defensiva pasiva, pero que de acuerdo al arma ofensiva que portara sus capaciodades de acción se ven limitadas o dificultadas por el mismo. Este factor es importante sobre todo para las armas de tipo arrojadizo como el arco y flecha en el cual la manera de accionar el arma son necesarias ambas manos por lo tanto un escudo en una de ellas dificulta dicho movimiento.

Esperemos que mas experimentación y sobre todo una adecuada interpretación y aplicacion de modelos teóricos correspondientes nos ayuden a entender más el papel de estos artefactos tanto en sus funciones simbólicas pero sobre todo en sus funciones bélicas.

Bibliografía:-
Cervera Obregón Marco A,
• “El sistema de armamento entre los mexicas” Arqueología Mexicana n. 70, Raíces, México, 2004, 68-73
• “El macuáhuitl, un arma del Posclásico Tardío en Mesoamérica”, en Arqueología Mexicana, No 84, 2007, 60-65.
• El armamento entre los mexicas, GLADIUS, CSIC, Polifemo, Madrid, 2007.
• Guerreros aztecas, Editorial Nowtilus, Madrid, 2011.

Para ver las fuentes de imágenes, favor de ver la versión en inglés.

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