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Mexicolore contributor Sofía Paredes Maury
Le agradecemos sinceramente a Sofía Paredes Maury por compartir con nosotros la historia de La Fundación La Ruta Maya en Guatemala, de la que es Directora y Curadora. Tiene un BA en Arqueología por la Universidad del Valle de Guatemala y una Maestría en Museología y Estudios Latinoamericanos y del Caribe por la Universidad de Nueva York. Su experiencia incluye haber sido Curadora Asistente del Museo Popol Vuh (Guatemala); Investigadora Residente en el Museo de Arte de la Universidad de Duke (Durham, Carolina del Norte, EE. UU.); consultora de la Wildlife Conservation Society en el Museo Sylvanus G. Morley y el Parque Nacional Tikal (Petén, Guatemala); Personal de Apoyo Educativo en el Museo Americano de Historia Natural (NYC) y Coordinadora de Campo del Plan de Manejo del Parque Arqueológico Copán (Honduras). Ha sido becaria William Fulbright y FAMSI.
Desde octubre de 1990 la Fundación La Ruta Maya tiene el privilegio de compartir con el público, a través de revistas, publicaciones y exposiciones, la colección de piezas arqueológicas que tiene bajo su custodia. Cada mes llevamos las maravillas del arte maya a nuestros seguidores mostrando varias piezas creadas antes de la llegada de los europeos a esta región. En esta oportunidad vamos a contar la historia de la Fundación y cómo trabajamos para conservar un patrimonio histórico y artístico que es de todos los guatemaltecos y de la Humanidad.
La Ruta Maya Conservation Foundation fue fundada por Wilbur E. Garrett, ex editor de la Revista National Geographic en los Estados Unidos de América el 25 de octubre de 1990 y tenía como fin principal apoyar un proyecto regional en los 5 países que conforman el Área Maya: Guatemala, México, Belice, Honduras y El Salvador.
El concepto de “La Ruta Maya” abarcaba una ruta de 1,500 millas (2,414.016 km) con variedad de paisajes, sitios arqueológicos y reservas naturales. Su papel principal era manejar un fondo para proyectos ambientales para la conservación promoviendo el turismo sostenible; actividades de prevención contra el saqueo arqueológico y el tráfico ilícito de fauna silvestre.
En 2004, cuando terminó el proyecto regional, el Sr. Fernando Paiz, un empresario guatemalteco apasionado por el arte, la cultura y la educación, recibió la presidencia de La Ruta Maya y decidió cambiar los objetivos de la fundación a otro proyecto interesante: recuperar piezas arqueológicas mayas – que salieron ilegalmente del país en décadas pasadas - para traerlas de vuelta a su región de origen. De esta forma nació en Guatemala La Ruta Maya ONG (nov. 2007) y luego Fundación La Ruta Maya en el año 2010.
Los coleccionistas entregan voluntariamente las piezas prehispánicas a la fundación en Estados Unidos con el objetivo de que las mismas regresen para ser estudiadas y expuestas al público. Tristemente las piezas que fueron traficadas no tienen contexto arqueológico, esto significa que perdieron toda la información que daba el lugar donde se depositaron y sus asociaciones con objetos, personas o contenidos. Ahora, esos objetos son estudiados de diversas maneras para recuperar, aunque sea en parte, la información perdida, por haber sido excavadas de manera ilegal y sin un control científico. Ahora se estudian para saber más sobre los grupos prehispánicos y sirven para educar contra la depredación y el tráfico ilícito.
Además de la recuperación y la repatriación (que se hace cumpliendo los procedimientos que indican el Ministerio de Cultura y Deportes y la Intendencia de Aduanas de la SAT) La Ruta Maya cumple su misión a través de otros 4 programas:-
Programa Catalogación y Registro: Toda la colección está inventariada y registrada como Patrimonio Cultural de la Nación ante el Registro de Bienes Culturales. Cada objeto tiene un expediente individual – físico y digital - que incluye la ficha del Registro y la ficha de Inventario Interna con todos sus datos y fotografías.
Programa de Exposiciones: La Ruta Maya organiza, cada año, exposiciones con fines educativos, pero también otorga en préstamo piezas a museos y espacios de proyección cultural, así como a exhibiciones internacionales. La “interpretación” es clave para lograr comunicar los hallazgos científicos a las personas. Es una herramienta de comunicación que traduce el lenguaje especializado de los expertos a contenidos y mensajes que cualquier persona puede entender.
Educación e Investigación: Investigadores y estudiantes universitarios tienen acceso a las piezas arqueológicas para trabajos de investigación y prácticas de gabinete. También se ha contado con la valiosa ayuda de voluntarios en catalogación, archivo, limpieza de piezas y muestreo de materiales.
Esta colección se estudia usando distintos enfoques pues hemos recibido mucha colaboración de especialistas en distintas disciplinas, como epigrafistas (los que leen y traducen glifos), iconógrafos (los que estudian la imaginería y el simbolismo), biólogos y zoólogos (para identificar animales y plantas en el arte maya), músicos (que estudian y tocan los instrumentos musicales) y hasta químicos. Juntos vamos recopilando la información y le damos una nueva voz a las piezas que lo perdieron todo cuando fueron removidas del lugar donde fueron depositadas en la antigüedad.
Es muy importante la documentación por medio de escaneo y modelos en 3D, que permite conocer más detalles de las piezas sin necesidad de hacer análisis o que puedan causarle algún daño. Por otro lado, el vídeo sigue siendo una herramienta muy útil no solo para documentar de forma audiovisual, sino para divulgar el patrimonio y tener mayor alcance.
Programa de Divulgación: Se hace especialmente a través de la colección en línea en nuestra página web y redes sociales.
Puedes encontrar artículos sobre la colección de La Ruta Maya en:-
• Revista digital EntreCultura (www.entrecultura.tv)
• AZTLANDER Magazine of the Americas (https://aztlandermagazineoftheamericas.com/) y
• MEXICON the Journal of Mesoamerican Studies (https://mexicon.de/).
A lo largo de todo este tiempo hemos ido viendo qué funciona y qué no. Ahora con una nueva sede y el uso de tecnologías y apoyo con practicantes y voluntarios de diversas disciplinas, se ha vuelto posible ir generando más información. Pasamos de ser una organización con un acervo en custodia, a ser una organización con un acervo de uso público, tanto para la academia como para las personas. Por último, es necesario compartir utilizando referencias revisadas y de fuentes veraces.
En Guatemala nos puedes encontrar en la Avenida Las Américas 19-60 zona 13, Guatemala, 01013 o consultar nuestras páginas para saber qué actividades estaremos llevando a cabo.
También puedes escribirnos a info@fundacionrutamaya.org.
Fuentes:-
• Wilbur E. Garrett (author and editor). 1989. “LA RUTA MAYA”. National Geographic Magazine (October 1989: 424-479). The National Geographic Society. Washington DC (reprint)
• Documentos internos de La Ruta Maya Conservation Foundation y Fundación La Ruta Maya.
Imágenes cortesía de la autora.
Mexicolore contributor Sofía Paredes Maury